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Hace unos días vi “Control”, una película que estaba esperando desde el mismo momento en que me entere de su producción, pero curiosamente después de desearla por tanto tiempo, en las semanas previas a verla escuche (y leí) ciertas criticas negativas que me bajaron el fanatismo un poco. Y es verdad: esta buena pero no es nada del otro del mundo, tal vez la película en su afán de desmitificar al “depressed rock hero” que construimos con los años de Ian Curtis, se pasa de mambo y lo transforma en un chico normal, demasiado “normal” para el bien de la película.

Aunque en realidad ese fanatismo data desde hace un tiempo ya, hubo un momento clave, en una entrevista a Frusciante -un músico del que nunca hubiera esperado nada realmente- armo una lista de los guitarristas que mas le gustaban y mas lo influenciaron y el tipo menciona a Peter Hook, ¡a un bajista! y automáticamente pensé “este tipo dijo lo que me rondaba en la cabeza durante un tiempo pero no me animaba a decir”. Es mas siempre en que se da alguna discusión entupida en mi casa, de esas en la que yo me termino peleando con todos por que “no, no me gusta AC/DC” o cuando estoy intentando tocar la guitarra y salen dos acordes coherentes y se escucha un “que haces Steve Vay (o Satriani o cualquier otro de “esos” que mi hermano predica por el mundo)” y me enojo y me dicen “Bueno ¿Qué guitarrista quedes que te digan?” y por mi cabeza no pasan ni Thursten Moore, ni Kevin Shields, ni Fripp o Hendrix, pasa un bajista, pasa Peter Hook.