Monday, October 05, 2009

De la abyección (en Von Trier)

Hace unos meses vi la versión hollywodense de “El amor en los tiempos del cólera”. La aborrecí completamente. Me pareció sin duda una de las pelñículas con algunas de las peores actuaciones que vi hasta la fecha (no se salva ni Bardem), y la historia que era que supuestamente la que tenía que zafar -digo… no se… García Márquez esta super canonizado, uno espera algo de esa gente- me pareció también una cagada.

Llegué entonces a la conclusión apresurada, prejuiciosa y hasta tal vez injusta, a partir de lo que había leído del colombiano, y de la gente que conozco que le gusta, que García Márquez es un autor para chicas. Maneja esa sensibilidad “grasa”, esa concepción del amor cortés tan pedorra, y esos personajes tan…

(Pero bueh muchos igualmente me han advertido que “Cien Años de Soledad” es una gran novela, así que tampoco voy a ser tan definitivo y dogmático, es una impresión solamente)

Reflexionando a partir de esto me di cuenta que me gustan los artistas que manejan alguna dosis de maldad, de tensión, de mala leche. Lynch, Hunter Thompson, Velvet Underground, se me ocurre rápido.

Todo lo anterior era una introducción/excusa para el tema en cuestión, para decir que vi “Antichrist” de Lars Von Trier, tipo mala leche si los hay.

Me gusta Von Trier, no a pesar de los golpes bajos, sino que tal vez justamente por eso. Sus escenas lacrimógenas, misántropos y misóginas no llegan al nivel de gratuidad de Gaspar Noé (ojo, este también me cae simpático) o Spielberg, estas siempre tienen algún tipo de fundamento en la trama. Y hasta las veces que tal vez son evitables las filma tan bien que uno no puede menos que perdonarlo (cuando no felicitarlo). Rivette decía que Pontecorvo había actuado negligentemente. Lars Von Trier sabe lo que hace perfectamente. El danés conoce la abyección y la filma como nadie.















Como no admirar a un tipo capaz de crear climas tan jodidos e incómodos (pienso en "Breaking the Waves" o en "Dogville"), miren sino la ominosidad de este plano.

El epilogo de “Antichrist” empieza con uno de esos mencionados golpes bajos: la muerte de un bebe en ralenti (maestro!). De ahí en más hasta casi la hora y diez se va formando un denso (por lo grave, no por aburrido) drama psicológico -no por nada mientras miraba la película iba pensando que tenia que recomendársela a mi madre, adepta a ese tipo de film “crisis de pareja related” a lo Bergman, Redford-, pero de ahí en más todo se desbanda y el “caos reina”.

Lo que sigue después es el compendio de escenas más abyectas que recuerde de un film “serio”. Uno puede decir que cualquier film indie muestra más y mejor (hasta alguno puede citar “Hostel” o “Saw”) pero el efecto no es el mismo, uno de una manera u otra lo esta esperando, sabe a que vino. Con Lars pasa algo parecido pero sus películas se inscriben dentro de un marco realista, por eso el efecto es distinto, es peor.

Evidencia 2: Charlotte Gainsbourg masturbándose en el medio del bosque durante un ataque de locura, histeria, enajenación, posesión.














Descanso mi caso y alzo la copa por el maestro de la abyección.


Acá Agustín también le dedicó unos parrafos maravillos a la hijaputes del danés.

5 comments:

franco said...

"Tenía ganas de decir 'abyección', y me armé un post". Me la recomendaron y creo que ya la bajé, me diste ganas de mirarla.

Brunomilan said...

Ja puede ser, pero en realidad fue la primera palabra que me vino a la cabeza mientras miraba la película, bueno la segunda después de "tetas".

franco said...

jajajjaj Voy a confesar que CULPA TUYA vi Pink Flamingos. Yo que pensaba que Jodorowsky hacía bizarreadas con sus tullidos y enanos...

Anonymous said...

Lo peor de "antichrist" no es que el tipo aburra haciendo agua en la trama, sino que al final aparece dedicado semejante fiasco al gran Tarkovsky. Sin palabras.

Lejos de "dancer in the dark", de "dogville". Se tomó muy en serio este muchacho, pedante como pocos.

Esta en sdd fanatico. Quien me devuelve la hora y cuarenta que dura?

Anonymous said...

Ah, y el término "indie" apelando a simple chamuyo me las tiene por el piso.