Tuesday, November 06, 2007

It's not easy to be a songwriter...

Aunque creía mas en las posibilidades que aportaba el volumen, la distorsión, los efectos, y el sonido grupal, Alfredo Ladidel extrañamente confiaba solo en su guitarra acústica y su delicada voz.

Le fascinaban las historias de excesos, destrucción, desbandes, peleas por el control y otras tan comunes en el rock, pero aun así sabiendo que un tipo parado solo en el medio de un escenario con un guitarra criolla rara vez podía generar tales consecuencias, se decidió por seguir su instinto.

Tal vez por que no conocía nadie con sus gustos, o por temor de mostrar sus técnicas entre limitadas y poco comunes a otros que podía reírse y humillarlo por su falta de experiencia o también por que no confiaba tanto en su métodos ante la posibilidad de acoplarse a un grupo de gente, la decisión de tomar el camino solitario se dio casi sola. Aunque le avergonzaba, sabia que una pequeña parte también le gustaba la idea ser el centro de atención y ser quien diera las indicaciones de cómo hacer las cosas, cosa que podía resultar conflictiva en una banda, pero en su mente negaba rotundamente cuando ese pensamiento se atravesaba.

El temor a equivocarse, a ser poco original, a ser despreciado por una comunidad de gente de la cual le gustaba ser parte lo obligaba a perfeccionarse de una manera metódica y obsesiva. Sabia que nadie por esas tierras era capaz de hacer un cover de Velvet Underground con un criolla con la intensidad que el lo hacia, o que en sus letras hablase de Godard y Borges, o que alguien simplemente tocase con un guitarra criolla con la actitud con la el lo hacia, esas pequeñas cosas aunque insignificante para una mayoría a el lo animaban a seguir.

En realidad nunca se había presentado en publico, en su cabeza se imaginaba en el escenario y siendo recibido con una completa indiferencia; lo molestaba en algún punto que ni en su imaginación se veía la posibilidad de éxito y aceptación. Ya en sus sueños aun sin haber actuado racionalizaba diciéndose que prefería ser un artista de culto.

Si había que decir la verdad la posibilidad de equivocarse en escena lo aterraba, allí no habría 4 instrumentos en el que un error podía pasar desapercibido, era y el su guitarra y nada mas. Se imaginaba la cara de decepción de sus padres (que habrían ido a pesar de sus indicaciones), de sus amigos, y de su profesor. Siempre temía no estar a la altura de lo que los demás esperaban de el, cuando pensaba eso se avergonzaba, “que importaba lo que los demás pensaran?” se repetía con furia. A veces le pegaba el lado melancólico y pensaba que no merecía ni eso.

También tenia un gran temor de fracasar o en conclusión de no ser lo suficientemente bueno como para poder vivir de eso que lo apasionaba. No era tarde, y si abandonaba? y si evitaba ese stress y posible (casi segura) futura decepción. Pero podía llevar una vida normal? podía ponerse una corbata e ir una oficina todos los días? la sola idea lo molestaba y no por que no pudiera trabajar o era un vago como le gustaba decir a su abuela, sino que no podía comprometerse con una actividad rutinaria y monótona como esas que llevaba la gente.

Además el se veía distinto, se sentía inferior en un montón de cosas pero en una estaba seguro, era mas que esa gente que no se cuestionaba nada y llevaba una vida burguesa y consumista. Por que era mejor? no sabia como explicarlo pero poco le importaba realmente.

Todo se resumía a: valía la pena luchar por ese sueño difuso y tan poco probable? Se decía que si principalmente por que no sabia sino que podía hacer o a que dedicar su existencia.

De a poco y con mucho esfuerzo las canciones iban saliendo. Cuando una vez había leído que a Bob Dylan las canciones a veces solían llevarle 15 minutos, una rabia y depresión lo invadía brevemente, para el nada era fácil, las canciones podían tomarle meses enteros, se cuestionaba permanentemente su falta de originalidad pero de vez en cuando salía un arpegio simple y genial que ponía todo en su lugar y guiaba el camino.

Con los textos era otra cosa, le costaba principalmente por sus aspiraciones de hacer letras entre personales y universales, a pesar de la pretenciosidad de solo insinuarlo su intención era hacer himnos generacionales, canciones con las que la gente se identificara, odiaba esa gente que escribía letras intrascendentes que solo acompañaban a la canción (aunque siempre se decía que lo mas importante era la música). Pero se le hacia arduo por que tampoco quería ser objeto de lastima de la gente o autoflagerlarse en cada canción -para eso ya estaba Morrisey que lo hacia mejor-. A pesar de sus neurosis e inseguridades era un persona con mucho sentido del humor, y quería volcar eso en sus canciones, pero cada vez que agarraba se sentaba a escribir algo siempre su lado lúgubre y decadente se le anticipaba a esa otra mitad, esa que se reía con las películas de Will Ferrel.

Según el, las mejores letras, pensamientos, reflexiones le salían cuando estaba a punto de irse a dormir o cuando caminaba en la calle ergo cuando no tenia como escribirlas, se esforzaba por recordarlas pero al anotarlas se fastidiaba por que ese esbozo no tenia ni la mitad de fuerza e inteligencia que el que se le había presentado antes. Se planteo que tal vez cambiando el ambiente las letras tal vez saldrían, entonces salía a caminar con una libretita en mano pero entonces obviamente las letra no salían. Se sentaba en plazas esperando inspiración, pero verse ahí sentado con una cuadernito y un lápiz, como una especie de poeta posmoderno, esa imagen le resultaba tan antinatural que terminaba por bloquearse totalmente.

Le llevo mucho tiempo, tal vez mas del que había esperado, pero ya tenia terminadas una 6 canciones propias y unos 4 o 5 covers, con eso pensó le bastaba para poder presentarse en vivo. Tenia una melomanía casi patológica (capaz de ordenar su pila de discos varias veces en un mismo día o rechazar invitaciones por que quería escuchar un disco nuevo) que le servia para saber exactamente lo que quería hacer o a lo que no quería parecerse, pero a pesar de eso era totalmente incapaz de decir si sus canciones eran geniales o mamarrachos mas propios de esos cantantes de fm de nombre de pila que de sus adorados ídolos. Mas allá de toda esta discusión interna, sabia que esto, aunque mínimo, era lo que tenia y de lo que era capaz de hacer, así que no valía la pena seguir desesperándose.

La posibilidad de tocar a diferencia de lo que se podía pensar se le dio relativamente fácil. Cuando le comento su interés a su profesor, este se mostró dispuesto a intentar conseguirle unos minutos en el próximo show que el y su banda dieran en el pub que ya los tenia como habitúes. Dos semanas después estaba confirmado, de veinte a treinta minutos, abriendo para otras dos bandas, tenia su chance. “Un poco de sol entre tanto nubarrón” pensó, pero al segundo se contradijo “nubarrón? que nubarrón pelotudo? tu vida es fácil y cómoda, deja de quejarte nabo”...recordó la frase de... “como se llama, este?” -entre sus profundos odios pasajeros estaba el de olvidarse los nombres de los personajes de las citas que quería decir-, “cada uno percibe sus problemas como únicos y terribles o algo así”.

Ensayaba mucho. Quería bajar el margen de error lo mas posible. Esa semana previa estaba realmente insoportable, entre la ansiedad y el entusiasmo no podía comer por un dolor de estomago propio de esa agitación, tampoco dormía, se desvelaba tocando la guitarra o escuchando música y creando tantas situaciones hipotéticas para la misma noche como fuera posible. Por momentos ensayando sus canciones, pensando como se presentaría, si hablaría o no hablaría, que se ropa se pondría y demás boludeses por el estilo se sentía realmente feliz.

El día del gig llego, para ese día ya había ensayado tantas veces la misma canciones que el nerviosismo inicial se había transformado paulatinamente en una enorme expectativa, y en ganas de que lleguen por fin esa noche. Ese día fue muy curioso, solo en su casa, no había momentos en los que pudiera sacarse el show de la cabeza, tenia también esos ligeros dolores de estomago similares a los que se producen antes de un examen o ante las primeras fases de un enamoramiento.

Una hora y media para el show. “Una canción mas y apago todo” pensó, cuando en ese momento una jugada del azar o del destino lo sobresalto y le llamo la atención. Una líneas de bajo conocidas, se acomodo mejor y desde la cama miro la pantalla: Joy División. Atmosphere. “El ultimo tema que grabaron antes de que Ian se suicidara”repaso, y en ese momento le llego un pensamiento muy curioso: Ian Curtis se había suicidado un par de días antes de su primer gira americana. En ese momento como en otras millones de veces la idea del suicido le paso por la cabeza, pero no de un modo terrible e inalterable sino como ese pensamiento ligero que todos en algún momento de la vida experimentan, pensando brevemente en como lo haría, lo que pondria en la carta (dejaría carta?), como reaccionarían sus familiares y amigos, pero luego de ese breve lapso fatalista le causo mucha gracia la comparación y la ironía: Ian Curtis se suicido antes de su primer gira americana y él se suicidaría antes de tocar por primera vez. Riéndose por la ocurrencia apago la computadora, se cargo la guitarra y salió a dejar su pequeña marca en la historia.


Perdon por esto pero tenia que escribirlo...

2 comments:

Cy said...

tb podia ser porq sos fanatico del AC milan, o te gustan las milanesas (?), quien sabe :P

Agustin Acevedo Kanopa said...

Prácticamente el personaje atraviesa por todas las fases que yo atravesaría de tener que presentarme en público.
Los anhelos de músico de culto me hizo recordar a este post que escribí hace un tiempo:

http://degollandocisnes.blogspot.com/2007/06/megalomaniando-los-8-futuros-imposibles.html

PD:La review la dejo para el viernes, ando medio complicado con unos exámenes.